Los economistas consideran que las rebajas de impuestos de la “Gran y Hermosa” Ley de Trump serán un motor clave para la economía estadounidense en el 2026, tanto para particulares como para empresas. A continuación, algunos detalles sobre lo que se avecina.
Una serie de cambios en las tasas y exenciones de impuestos individuales podrían aumentar los fondos de reserva de los hogares a principios del 2026 mediante una combinación de mayores reembolsos durante la temporada de declaración de impuestos y mayores ingresos netos a medida que se restablecen los niveles de retención de sueldos para tener en cuenta los cambios
La ley hace permanentes las tasas reducidas del Impuesto sobre la Renta para personas físicas y empresas, establecidas en la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos del 2017 de Trump, que expiraban a finales de año. También extiende la deducción estándar de dicha ley, amplía la exención del impuesto mínimo alternativo y eleva la exención del impuesto al patrimonio de 14 a 15 millones de dólares.
Exime de impuestos hasta 25,000 en ingresos por propinas hasta el 2029. Esta exención fiscal se elimina gradualmente para las personas que ganan más de 150,000 y no se aplica a todas las propinas; por ejemplo, se excluyen los cargos automáticos por servicio aplicados a grupos grandes en restaurantes, al igual que las propinas recibidas por "actividad pornográfica".
Exime de impuestos hasta 12,500 en pago de horas extras hasta el 2029. Al igual que el recorte de ingresos por propinas, esto se elimina gradualmente para las personas que ganan más de 150,000.
Crea una nueva deducción de hasta 6,000 para personas de 65 años o más hasta el 2029.
Una exención fiscal de hasta 10,000 en pagos de intereses sobre préstamos para automóviles hasta el 2029. Esto solo se aplica a vehículos personales ensamblados en los Estados Unidos.
Amplía la deducción de los pagos de impuestos estatales y locales (SALT) de 10,000 a 40,000 hasta el 2029. Esto tiende a beneficiar a los propietarios adinerados en estados con impuestos altos como Nueva York y Nueva Jersey.
Los cambios en los impuestos a las empresas están orientados sustancialmente a proporcionar incentivos para que las empresas inviertan en sus negocios, tanto mediante la extensión de tasas impositivas más bajas como mediante mayores deducciones por gastos de capital y gastos de investigación y desarrollo.

