Cada vez que hago un recuento y un análisis de lo que sucedió en el año, siento una mezcolanza de emociones: satisfacción por unas cosas, frustración por otras,Cada vez que hago un recuento y un análisis de lo que sucedió en el año, siento una mezcolanza de emociones: satisfacción por unas cosas, frustración por otras,

Las lecciones que te dejó el 2025 (Parte 2 de 2)

Cada vez que hago un recuento y un análisis de lo que sucedió en el año, siento una mezcolanza de emociones: satisfacción por unas cosas, frustración por otras, alegría, impotencia, etc. Porque no todo es bueno: hay cosas que hice bien, logros que alcancé, pero también fracasos y errores muy costosos. La manera como uno es capaz de manejar esas emociones hace toda la diferencia.

Una de las formas de hacerlo es entender que esta reflexión no se trata de mirar hacia atrás. Lo que pasó, pasó y no hay nada que podamos hacer. Se trata de aprender de eso para enfocar de mejor manera lo que viene: en lo que sí podemos influir e incluso controlar de mejor manera. La vida, insisto, es un proceso iterativo: siempre vamos evolucionando. Siempre hay dificultades y cosas que nos hacen ir hacia atrás y eso no necesariamente está mal.

El manejo del dinero no se trata de no gastar. Se trata de dirigir nuestro dinero y enfocar el gasto en lo que es importante para nosotros. Eso incluye preparar el futuro, a construir seguridad y fortaleza financiera, para que cuando pase algo, lo podamos enfrentar sin mayores problemas ni sobresaltos. Y eventualmente un patrimonio que nos permita vivir bien cuando ya no podamos trabajar.

Eso se construye gastando, pero no en cosas sino en activos que puedan crecer. Eso es invertir y eso incluye también la educación y todo lo que podamos hacer para crecer personal y profesionalmente.

Por eso es tan importante aprender cómo gastamos. Porque seguramente buena parte de nuestro dinero se nos va en minucias y en cosas que no son tan importantes. Muchísima gente gasta toneladas en compras dentro de aplicaciones para avanzar en juegos. Mucho más de lo que se imaginan.

Aprender a gastar no significa recortar todo lo que a uno le gusta. Por ejemplo, a mi esposa y a mí siempre nos ha gustado comer en buenos restaurantes. Pero no lo hacemos todos los días y tampoco es lo principal. Tratamos siempre de acomodar en nuestro plan de gastos al menos una salida así al mes, siempre y cuando esto no nos distraiga de otras cosas que en realidad son más importantes para nosotros. Todo en equilibrio. Ese es el secreto. Hemos aprendido también a cocinar y lo hacemos en ocasiones juntos (o por separado). Eso nos da una gran satisfacción.

Por eso siempre digo que quizá el punto más fundamental de nuestras finanzas personales (y de nuestra vida) es tener claridad en nuestras prioridades, lo que valoramos, lo que es verdaderamente importante. Eso es lo que le da sentido y dirección a nuestras decisiones, para lograr ese equilibrio del cual ya hablamos, entre nuestras necesidades, deseos y lo que queremos lograr.

Mi esposa y yo, ambos, vivimos experiencias de jóvenes con nuestras respectivas familias. Vimos el dolor que las deudas pueden causar. Por eso, desde que nos casamos, decidimos ser muy cuidadosos con eso. Ella no quería que tuviéramos tarjeta de crédito por eso, pero a mí me parecía algo importante. En ese tiempo no se podía reservar un hotel sin garantizarla con una tarjeta de ese tipo. Las cosas ahora han cambiado mucho.

Sí usamos crédito. Su primer coche lo sacó a través de un autofinanciamiento. El mío con un crédito a corto plazo (una promoción de 18 meses sin intereses). Desde entonces, todos los demás los hemos pagado de contado. No fue difícil: cuando terminamos de pagar, seguimos “pagando” esa mensualidad pero en lugar de hacerlo a la financiera, lo hicimos a nosotros mismos. Construimos así un fondo para reemplazo de coches cuando fuese necesario (lo cual nos dio mucha flexibilidad, porque a veces habían otras necesidades y podíamos reasignar dinero de esa categoría a otras en nuestro plan de gastos).

Ahora quiero hablar de las inversiones, porque es otro tema que genera muchas emociones. Fue un aspecto en el que personalmente he cometido muchos errores costosos, algunos de ellos con consecuencias hasta la fecha (por ejemplo, planes personales de retiro a los que ya no deposito, pero que me conviene mantener).

Mi esposa y yo teníamos distinta tolerancia al riesgo, pero eso ha evolucionado. Una de las lecciones que hemos aprendido a lo largo de los años es que menos es más. Hemos apreciado la simplicidad. Por eso hoy nuestro portafolio central de largo plazo está constituido por un simple ETF global, súper diversificado y de muy bajo costo.

No hay que olvidar la protección del patrimonio. La vida puede cambiar completamente en un abrir y cerrar de ojos. Para todo hay que estar preparados.

En fin. Hacer estas reflexiones de fin de año me han ayudado mucho. La vida es un proceso de aprendizaje, de adaptación y evolución constante.

Oportunidad de mercado
Logo de ELYSIA
Precio de ELYSIA(EL)
$0.002182
$0.002182$0.002182
0.00%
USD
Gráfico de precios en vivo de ELYSIA (EL)
Aviso legal: Los artículos republicados en este sitio provienen de plataformas públicas y se ofrecen únicamente con fines informativos. No reflejan necesariamente la opinión de MEXC. Todos los derechos pertenecen a los autores originales. Si consideras que algún contenido infringe derechos de terceros, comunícate a la dirección service@support.mexc.com para solicitar su eliminación. MEXC no garantiza la exactitud, la integridad ni la actualidad del contenido y no se responsabiliza por acciones tomadas en función de la información proporcionada. El contenido no constituye asesoría financiera, legal ni profesional, ni debe interpretarse como recomendación o respaldo por parte de MEXC.