Lionel Messi festeja con Inter Miami, campeón una vez másLionel Messi festeja con Inter Miami, campeón una vez más

El Mundial, la Champions, también la MLS: Messi siempre encuentra un motivo para seguir siendo él

2025/12/07 07:40

FORT LAUDERDALE (Enviado especial).– Rey de Estados Unidos, también. Si juega a ganarles a sus hijos -la evidencia se actualiza cada tanto con los videos caseros-, no era difícil imaginar que incluso en esta tierra que atrae a miles de personas al momento del retiro, la llama no se iba a apagar tan fácil. ¿Puede compararse el título de la Major League Soccer que acaba de conquistar con el Mundial o la Champions? Qué va, ni el más fanático del soccer cometería la osadía de subirle el precio a esta liga de tercer orden, muy física, que por momentos recuerda los arrebatos de guapos de la cascoteada competencia argentina. Pero ahí está él, la sonrisa entera, repartiendo abrazos con todo el staff técnico que encabeza su amigo Javier Mascherano como si estuviera de vuelta en Qatar tres años atrás o en Roma, la noche en que ganó su primera Orejona y le dijo al mundo que ese rosarino jovencito llegaba para marcar una época. Porque a la mejor versión de Lionel Andrés Messi Cuccitini hay que buscarla en videos, pero se puede viajar al futuro y verlo con 80 años: se enoja en un partidito de abuelos contra abuelos porque no le dan un pase, protesta, hace un golazo. Ese animal competitivo que vive en su cabeza no se detendrá nunca. De Abanderado Grandoli a Inter Miami y más allá, Messi siempre se lo tomará en serio.

El título más importante del fútbol de este país es la coronación de un proyecto que primero es de vida, y después deportivo: porque el capitán eligió pensando en él y también en su familia llegar aquí, después del frío que salía de los termómetros y corazones parisinos, en esos dos años agrios que vivió en la capital de Francia. Ya con la gloria de Qatar en su alma, hizo el viraje y aceptó que los fulgores de su fútbol imperecedero podían bajar un cambio para estacionarse en esta ciudad, la del sol.

La satisfacción de un nuevo título en la carrera de Messi

Ganó la Leagues Cup no bien aterrizó en 2023, pero después se encadenaron un par de reveses. Ninguno como la sorprendente eliminación un año atrás de este mismo campeonato, que derivó en la renuncia de Martino y una frase del 10 muy de su sello: “Lo volveremos a intentar”. Cierra el siguiente capítulo a las 17.12 de este sábado agobiante con una imagen que, por repetida, no deja de alegrar a sus compatriotas en la Argentina: le dan el trofeo y lo levanta, ofrendándolo a sus compañeros y el público. David Beckham aplaude. La cuenta da ¡48! títulos acumulados en una carrera que no aguanta ninguna comparación. Messi es el fútbol.

Hubo que aceptar su costado terrenal casi todo el partido para que, de pronto, emergiera el genio. Antes de salir de la lámpara, igual, se había encendido para pelearse con Andrés Cubas, el volante argentino de Vancouver Whitecaps con el que ya acredita un encontronazo viral sucedido este año. Este Messi de la recta final de la trayectoria tiene bastante de eso, también: una semana atrás la discusión había sido con otro compatriota, Maxi Moralez, en este mismo estadio. Vuelta al punto: del entrevero con Cubas salió el talento para robarle una pelota en la jugada siguiente y cederle una asistencia deliciosa de gol (el del 2-1) a Rodrigo De Paul, otro de los amigos a los que trajo a jugar con él. Como los fenomenales Sergio Busquets y Jordi Alba, que jugaron su último partido como profesionales: “Estoy feliz por ellos, ahora empieza otra vida”, los saludó el capitán. Sabía que también estaba hablando de él, aunque su fecha de vencimiento no exista todavía. Falta para ese momento: hace dos meses firmó su renovación por hasta tres años con el club. Vendrán nuevas excusas para seguir jugando al fútbol: ser el emblema del nuevo estadio es uno. Se espera que durante 2026 Inter Miami estrene su nuevo estadio, bien distinto al modestísimo Chase Stadium, que también se despidió, con un aforo completo de 21.556 espectadores. La casa quedó chica.

El plantel de Inter Miami celebrando la conquista del título de la MLS

Hubo tiempo para un bonus track, otra asistencia del MVP a un argentino (seis fueron titulares y otros cuatro arrancaron como suplentes) que terminaría en gol (de Tadeo Allende) y desborde definitivo: Inter sellaba el 3-1 y Messi empataba la cuenta de finales ganadas contra el alemán Thomas Müller (aunque aquella de Brasil 2014 valga 2014 veces más). Voraz, la estadística dice que fue el máximo goleador del año (29 gritos) y también el que más asistencias dio (20, con las dos señaladas en este partido, sin dudas las más valiosas).

“Directamente de Rosario, Argentina, Lionel… Meeeeeesi, Meeeeesi”. así, en perfecto español, lo había presentado el locutor de la final, en un arranque al que no le faltarían detalles de gran evento. La fiesta previa tuvo todos los ingredientes estadounidenses: no importa el deporte, el abecé se repite en las vastas latitudes del país… Fuegos artificiales, escudos circulares de los dos equipos agitados para que cobraran vida en la transmisión de TV, un show de música montado en un escenario armado en cuatro minutos, bailarinas que se pegan al cantante… El exbasquetbolista canadiense Steve Nash -que cuando era chico jugaba al fútbol- colocó el trofeo en el ingreso al campo, con guantes blancos, y elevó el brazo mirando a los hinchas de Vancouver, que le devolvieron el saludo con gritos. Una para los visitantes, que se apiñaron al costado de una tribuna cabecera. Del otro lado sonaban las letras que creó Walter, un argentino que le dio una impronta nacional al asunto: “Yoooo te sigo a todas partes adonde vaaas…”. El corazón de la hinchada mantuvo el ritmo todo el partido, con un orden preestablecido: es que “La Familia”, como se hacen llamar los integrantes de la tribuna más entusiasta, se divide en cuatro grupos, y todos deben tener su protagonismo.

Lo mejor del partido

Y esos gritos y redoblantes crecieron exponencialmente al final, cuando de entre los abrazos de campeón Messi se despegó para ir a saludar de cara a la tribuna. Andaban por ahí también De Paul y Mascherano, unidos en una particularidad: los dos acaban de consagrarse por primera vez (el volante en una liga, el entrenador en general).

El mismo día que la FIFA les ponía fecha a los tres primeros partidos de la selección argentina en el Mundial, Messi prolongó aquí la sensación de que su presencia el año que viene será más una manera de seguir dándole cuerda a su fútbol que un homenaje. Que no le gustan mucho, además. En todo caso, es él quien los brinda:basta que le tiren la pelota y su mirada la imante, para llevarla pegada hasta el fin de sus días.

Aviso legal: Los artículos republicados en este sitio provienen de plataformas públicas y se ofrecen únicamente con fines informativos. No reflejan necesariamente la opinión de MEXC. Todos los derechos pertenecen a los autores originales. Si consideras que algún contenido infringe derechos de terceros, comunícate a la dirección service@support.mexc.com para solicitar su eliminación. MEXC no garantiza la exactitud, la integridad ni la actualidad del contenido y no se responsabiliza por acciones tomadas en función de la información proporcionada. El contenido no constituye asesoría financiera, legal ni profesional, ni debe interpretarse como recomendación o respaldo por parte de MEXC.

También te puede interesar